Todas vosotras le disteis una paliza y no la matasteis, y yo le metí una bala en la cabeza y a pesar de eso su corazón ha seguido latiendo; tu misma lo viste con ese precioso ojo azul tuyo, ¿no? Le hemos hecho mucho a esa chica, y si algún día despierta, le haremos mucho más. Pero lo que no vamos a hacer es colarnos en su habitación por la noche, como una sucia rata, y matarla mientras duerme. Y la razón de no hacerlo es que eso nos rebajaría.
Para aquellos que son guerreros, cuando se enfrentan en combate, el aniquilamiento del enemigo debe ser la única preocupación. Suprimir toda emoción y compasión humana. Matar a quien quiera que se ponga en el camino, aún si es el mismo Dios, o Buda. Esta verdad está en el corazón del arte de combatir.
"¿Te parezco un sádico?... Vaya, apuesto que aquí mismo podría freír un huevo sobre tu cabeza si quisiera. Veras Peque, quiero creer que eres consciente incluso ahora de que no hay nada sádico en mis acciones, bueno puede que en lo de esos otros cerdos, pero... no contigo. No Peque en este momento... lo que soy... es de lo más... masoquista."
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