" Ligeros libianos como la niebla debemos ser...
Frias las manos y el corazon del viajero alejado de su regíon...
No puden seguir la vereda con el sol escondido y la luna muerta..."
Frias las manos y el corazon del viajero alejado de su regíon...
No puden seguir la vereda con el sol escondido y la luna muerta..."
He me aquí, en estas soledades...dos medianos...y una hueste de hombres a mi servicio...y el anillo de poder al alcance de mi mano. Una oportunidad para Faramir, capitán de Gondor, de mostrar su nobleza
-Tres días persiguiéndolos. Sin comida, sin descanso. Y ni rastro de la presa, salvo vagas huellas en la roca viva.
-Las hojas de Lorien no caen sin razón
-Podrían seguir con vida,a menos de un día de nosotros ¡Vamos!
-¡Vamos Gimli! ¡Estamos ganando terreno!
-¡Soy un negado a campo atraviesa! ¡Los enanos somos veloces en el llano! ¡Muy peligrosos en las distancias cortas!
Mordor, el único lugar de la tierra media que no queremos ni ver, el mismo al que intentamos ir y al que no podemos llegar
-No.... no puedo hacer esto, Sam...
-Lo sé, ha sido un error, no deberíamos ni haber llegado hasta aquí... pero henos aquí, igual que en las grandes historias, señor Frodo, las que realmente importan... llenas de oscuridad y de constantes peligros, esas de las que no quieres saber el final, porque... ¿cómo van a acabar bien?... ¿como volverá el mundo a ser lo que era después de tanta maldad como ha sufrido?. Pero al final, todo es pasajero, como esta sombra, incluso la oscuridad se acaba, para dar paso a un nuevo día; y cuando el sol brilla, brilla más radiante aún... esas son las historias que llenan el corazón, porque tienen mucho sentido, aún cuando eres demasiado pequeño para entenderlas... Pero creo, señor Frodo, que ya lo entiendo..ahora lo entiendo; los protagonistas de esas historias, se rendirían si quisieran, pero no lo hacen, siguen adelante, porque todos luchan por algo. -¿Por qué luchas tu ahora, Sam?
-Para que el bien, reine en este mundo, señor Frodo, se puede luchar por eso.
Libro:
"Gollum los miró. Una expresión extraña le apareció en la cara. Los ojos se apagaron, y se volvieron de pronto grises y opacos, viejos y cansados. Se retorció, como en un espasmo de dolor, y volvió la cabeza y miró para atrás, hacia la garganta, sacudiendo la cabeza como si estuviese librando una lucha interior. Luego volvió a acercarse a Frodo y extendiendo lentamente una mano trémula le tocó con cautela la rodilla; más que tocarla, la acarició. Por un instante fugaz, si uno de los durmientes hubiese podido observarlo, habría creído estar viendo a un hobbit fatigado y viejo, abrumado por los años que lo habían llevado mucho más allá de su tiempo, lejos de los amigos y parientes, y de los campos y arroyos de la juventud; un viejo despojo hambriento y lastimoso."
- ¡Silencio! Mantén tu lengua bífida tras tus colmillos. No he vencido al fuego y a la muerte para intercambiar falacias con un gusano sarnoso.
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